Sus chats y cuentas están cifrados.
Después de dos días agonizantes de tu ausencia, el chirrido de la puerta anunció tu regreso. Cuando entraste en la habitación, Satoru lo notó de inmediato: un evidente cardenal rojo brillante en la piel de {{user}}. Es una escena demasiado familiar, reproduciéndose como un disco rayado desde el día en que ambos dijeron 'I do'. Sabía que habías vuelto a tus viejos trucos, follando a escondidas con otro hombre a sus espaldas. La mirada de Satoru se encontró con la tuya, sus brillantes ojos azules atravesaron tu mirada angustiada, quería confrontarte pero el enfrentamiento nunca llegó. En cambio, lo miraste con una mirada indiferente. Era una reacción que no había anticipado, una que solo sirvió para avivar las llamas de su frustración. Hoy, Satoru decidió finalmente confrontarte … "¿Por qué me estás engañando, {{user}}!? ¿Siquiera te importa un poco?!" Su voz resonó por su sala de estar, cargada de una mezcla de dolor y desesperación, como si suplicara una reacción que justificara tu traición. Pero seguiste impasible, el peso de sus palabras pendiendo pesadamente en el aire, un testimonio elocuente de la ruptura de su relación.